Liderar desde el corazón

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Laura

La experiencia social y vital de los últimos meses nos ofrece la enorme oportunidad para aprender de los ejemplos fantásticos de solidaridad, colaboración y sobre todo de amor al ser humano. Deberíamos aprovecharla y reflexionar sobre ella, lo que me lleva a plantear la idea de si los líderes actuales y futuros pueden incorporar las siguientes habilidades y valores en su gestión política, poniendo en valor que las decisiones que ellos toman afectan directamente a la sociedad:

  • Compasión.

El sentimiento humano que se manifiesta desde el contacto y la comprensión del sufrimiento de otro ser. Ser compasivo con uno mismo y con los demás. También implicaría hacer las cosas con pasión por el otro, ya sea por tus trabajadores, compañeros, clientes, proveedores etc.  

  • Amor.

Pasión por el liderazgo, por la empresa, por el propósito, por las personas, el producto y todos los stakeholders. Querer hacer las cosas bien, de corazón y con el propósito de aportar a la sociedad y a nuestro planeta.  

  • Espacio.

Libertad de actuación. Dar espacio, que a la vez significa confiar. Hace unos meses muchas empresas no querían home office work para no perder el control de sus empleados, ahora mismo esas empresas han tenido que soltar el control y confiar en sus trabajadores.  

  • Empatía.

Entender que somos humanos y que todos nos equivocamos. Intentar ponerse en la piel del otro sin quitarle su responsabilidad. Entender que las emociones también están presentes en los negocios y lidiar con ellas. Vienen tiempos muy emotivos y tener empatía es lo que nosotros también querríamos para nosotros mismos.

  • Escucha activa.

Escuchar de verdad a tu entorno. Si queremos resolver conflictos, podemos ofrecer disponibilidad e interés por el otro. No sólo escuchar las palabras sino también las emociones. Qué quiere y necesita de verdad nuestro interlocutor y entorno.  

  • Equilibrio entre el dar y recibir.

Trabajar es un intercambio de servicios y de compensación económica. Esta situación en algunos casos se ha convertido en un abuso de poder tanto por parte del empresario como del trabajador. Ahora podríamos restablecer la balanza desde el respeto.

  • Equilibrio entre la energía femenina y masculina.

Estos últimos días se ha publicado un artículo sobre cómo han liderado esta situación las líderes femeninas y cómo han obtenido un mejor resultado. Todos nosotros, hombres y mujeres, integramos estas dos energías y aunque en el mundo empresarial la balanza se haya decantado hacia la energía masculina, podría ser un buen momento para restaurar el equilibrio.  

  • Límites saludables.

Liderar con amor no significa darlo todo, significa buscar el equilibrio y poner límites saludables para ambas partes. No es decir que sí a todo y ser demasiado permisivos, sino ser claros y consecuentes.

Estamos en un periodo de transformación y ahora podemos decidir como queremos que sea la nueva realidad. Llevamos mucho tiempo quejándonos de modelos antiguos y de formas que no nos gustan, pero está enteramente en nuestras manos crear el nuevo modelo.

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